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En sus comienzos…
La silla tifany nació en 1807 atraves de su fascinante herencia rica en tradición y elegancia. En 1807, en la encantadora ciudad italiana de Chiavari, el Marqués Stefano Rivarola regresó de un viaje a París con la idea de traer un nuevo modelo de silla a su ciudad natal. Sin embargo, en lugar de simplemente replicar las sillas que había visto en París, decidió desafiar la norma y encargó a los artesanos locales la creación de algo único.
Un día se decidió que el artesano Giuseppe Gaetano Descalzi, conocido como Campanini, tomó el encargo y, en lugar de simplemente copiar las sillas de París, decidió recrearlas. Experimentando con materiales y formas, introdujo cambios significativos en el respaldo y las patas de la silla, utilizando paja de tiras de sauce que eran más resistentes y elásticas. Este rediseño resultó en lo que hoy conocemos como la silla Tiffany.
Conforme pasaron los años se convirtió en un éxito instantáneo. Su diseño único y su calidad artesanal la hicieron popular entre la realeza y la alta sociedad de la época. Con el tiempo, su elegancia y comodidad la han llevado a convertirse en una pieza esencial en eventos lujosos y en ocasiones especiales en todo el mundo.
La silla Tiffany no es solo una silla; es una obra de arte que lleva consigo una historia rica y un legado de sofisticación. Su capacidad para resistir la prueba del tiempo y conforme a seguir el estatus que ha tenido desde un principio de elegancia.
Lo mejor es que puedes utilizar la silla desde bodas de ensueño hasta cenas íntimas, exposiciones y eventos corporativos, la silla Tiffany se adapta a cualquier ocasión especial brindando elegancia , estilo y buen gusto. Celebra tus momentos más especiales con una pieza de arte que encarna la sofisticación y el lujo.
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